El pasado miércoles 20 de junio se realizó el lanzamiento del libro El ensamblaje de ciencia social y sociedad. Conocimiento científico, gobierno de las conductas y producción de lo social, obra del académico Claudio Ramos, director del Programa de Doctorado de Sociología de la Universidad Alberto Hurtado. Introductoriamente habló Oriana Bernasconi, actual directora del Departamento de Sociología, quien se refirió a las grandes cualidades académicas del autor, así como a su excelencia como profesor, experiencia que ella habría vivido en calidad de alumna de sus cursos en la Universidad Católica.
Para este evento se contó con tres invitados que comentaron la publicación. El primero de ellos fue Tomás Ariztía, académico de la Escuela de Sociología de la Universidad Diego Portales, quien se centró en el argumento de que las ciencias sociales y lo social son inseparables, siendo la primera la que construye lo que es lo social. Destacó también que la selección de autores utilizados a lo largo del libro es muy amplia, valorando el tratamiento de autores y teorías muy diversas, lo que no sería habitual en el mundo académico de habla hispana. Ariztía catalogó el paradigma de Ramos como una “sociología de los efectos de las ciencias”, cuyos planteamientos superan las trincheras de la sociología, convirtiéndolo así en un eclecticista confesado. Para cerrar, agregó que existen dos posibles lecturas para este libro: la primera es ver cómo convergen diferentes sistemas teóricos, y la segunda es enfocarse en la performatividad, en esta peculiar relación entre ciencias sociales y sociedad.
El segundo comentarista fue Mauro Basaure, profesor e investigador del Instituto de Humanidades de la Universidad Diego Portales y profesor del Programa de Doctorado en Sociología de la Universidad Alberto Hurtado. Éste hizo hincapié en el modo particular de ver la sociología, y en el particular objeto de estudio abordado, ya que este libro implica manejar tres elementos: la sociedad, las ciencias sociales y la relación entre estas dos, intentando plausibilizar la noción de ensamblaje. Para Basaure, el libro ofrece una comprensión más realista de la práctica científica social, en donde el gesto crítico tiene una estructura parecida a la crítica a la ideología; el argumento opera bajo la modalidad de lo oculto que construye la realidad, en donde Ramos intentaría desmitificar la forma de operación de las ciencias sociales. Esta desmitificación de la práctica científica, de lo que son, lo que han sido y lo que hacen, sería la forma de mostrar su verdadera naturaleza, desde una mirada desideologizada.
Para finalizar, Manuel Tironi, académico de la Pontificia Universidad Católica de Chile, rescató la habilidad de Ramos, quién desde que fuera su profesor, hacía a los estudiantes comparar en clases a autores muy complicados de relacionar. Enfatizó en que este era un libro muy erudito, en donde el lector podría notar que Ramos había leído todo lo que escribieron los autores citados, logrando una excelente sistematicidad que no deja nada fuera que pudiese agregarse. Dentro de esto, recalcó la sistematicidad en el tratamiento de la obra de Michel Foucault, especialmente en su época tardía. Luego de este reconocimiento inicial, Tironi se refirió a tres grandes partes en las cuales se divide el libro: la primera gira en torno a la idea de “campo” de Bourdieu y la de “redes” de la teoría actor-red, y cómo por medio de éstas se puede resolver la relación entre sociedad y ciencias sociales. Una segunda parte estaría enfocada al problema de la gubernamentabilidad y la interpretación de la biopolítica, para lo cual Ramos habría realizado una revisión sumamente original del concepto de gubernamentabilidad en el esquema historiográfico de Foucault, para luego vincular la pregunta de la gubernamentabilidad y el Estado, desarrollando así el concepto de biopolítica, que pareciera no haber quedado nunca demasiado claro en la teoría foucaltiana. La tercera parte ya correspondería al programa de investigación del autor, mostrando líneas más empíricas, referidas a las sociologías de la sociedad, de las organizaciones, de las empresas y de las tecnologías, entre otras. Así, esta parte del libro sería la más política, donde Ramos comienza a mostrar su posición, que apuntaría a la reflexión sobre la capacidad performativa de las ciencias sociales. Con esto, el autor deja ver su propia bandera de un área de investigación, validando con esto el campo de la sociología de la ciencia y de la tecnología, e instalando así un hito en la academia. Tironi concluye sus comentarios advirtiendo que este no es un libro para quienes recién se inician en la sociología, sino que para aquellos que están profundamente interesados en la epistemología, tecnología, teoría de actor-red y sobre el pensamiento de Michel Foucault.
Claudio Ramos dio cierre a la jornada agradeciendo a las personas que lo acompañaron en las distintas investigaciones que confluyen en este libro, así como aquellos que lo ayudaron con sus correcciones. Destacó también el grato ambiente dentro del Departamento para trabajar en investigación, en donde sus colegas habrían colaborado con el desarrollo de este libro enriqueciéndolo por medio de sus discusiones. Finalmente, agradeció a las instituciones que financiaron las investigaciones, y las facilidades otorgadas por la Universidad Alberto Hurtado para poder concentrarse en el proceso creativo que implica dar luz un libro.
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