Desde el Departamento de Sociología de la UAH, celebramos la reciente publicación del libro “Cuidados en crisis. Mujeres migrantes hacia España y Chile” escrito por Elaine Acosta, Doctora en Estudios Internacionales e Interculturales de la Universidad de Deusto, Bilbao, España, académica del Departamento de Sociología UAH y quien es además la Directora de nuestro Magister en Sociología.
El libro se estará disponible para su venta en Chile durante lo próximos días.
Reseña:
(Fuente: http://www.deusto-publicaciones.es/index.php/main/libro/1121 )
“La crisis de los cuidados se ha convertido en una de las razones más influyentes en los procesos de feminización de las migraciones internacionales. La Universidad de Deusto se ha querido adentrar en este fenómeno a través de Cuidados en crisis. Mujeres migrantes hacia España y Chile, un libro que pretende comprender y explicar cómo se enfrenta y resuelve la crisis de los cuidados a través del estudio de una de las estrategias de resolución de esta crisis: la externalización del cuidado doméstico hacia la contratación de mujeres inmigrantes para hacerse cargo de la atención de las familias en situación de dependencia.
Para el estudio de la problemática se seleccionaron dos países de destino de flujos migratorios que han experimentado dicha crisis de cuidados y que, al mismo tiempo, han visto aumentar significativamente la presencia de mujeres en la migración que han recibido en los últimos años. Así, esta investigación se centró en los casos de España y Chile, cada uno de los cuales representa una dirección distinta de los flujos migratorios: sur-norte, en el caso de España y sur-sur, en el caso de Chile.
Desde la perspectiva de la organización social de los cuidados, la exploración del comportamiento de la demanda de cuidado de personas dependientes en España y Chile muestra cómo en un periodo similar las transiciones demográficas de carácter avanzado en ambos países han estado altamente influenciadas por el ingreso creciente y sostenido de las mujeres al mercado laboral, lo que ha propiciado una disminución considerable de las cuidadoras tradicionales del hogar.
La incidencia e impacto tanto de los factores sociodemográficos como de los procesos sociales de cambio y de las concepciones acerca del cuidado ha erosionado el modelo previo de organización social de los cuidados en ambos países, disminuyendo la oferta de cuidadores y aumentando la demanda de cuidado.
Aunque con algunas diferencias, los datos que aporta el análisis de la estructura poblacional, los índices de dependencia y la demanda potencial de cuidados plantean similares desafíos para España y Chile en torno a la organización social de los cuidados partiendo del hecho de que no sólo tendrán más población mayor necesitada de cuidados sino que habrá menos población en condiciones de ofrecerlos.
Segmentación laboral en trabajo doméstico y de cuidados
Al comparar el comportamiento de la inserción laboral de las mujeres inmigrantes en España y Chile, se confirma la tendencia de este grupo hacia la concentración y segmentación laboral en el trabajo doméstico y de cuidados, pese a que comparten similares niveles educacionales, que suelen ser más altos que las mujeres nativas que se desempeñan en la mismas labores. En ambos casos, las mujeres inmigrantes llegaron a llenar un espacio laboral que previamente habían abandonado las locales debido a las mejores oportunidades laborales y de reconocimiento social.
Por otro lado, la investigación constata una deficitaria y desigual distribución de la responsabilidad del cuidado. Y es que para hacer frente y gestionar eficazmente el amplio abanico de demandas que la acumulación y superposición de responsabilidades de cuidado comporta sin apoyos relevantes del Estado, aparecen prácticas específicas que no han supuesto un cambio significativo en la redistribución tradicional de las tareas.
Por otro lado, el sistema de estereotipos y prejuicios que existe en las sociedades receptoras sobre la mujer inmigrante y sobre el trabajo de cuidados incide de forma directa en la construcción de un perfil laboral que condiciona los procesos de reclutamiento y selección de las futuras cuidadoras domésticas. Son estereotipos resultantes de la interrelación de desigualdades de género, clase social y origen nacional, que atribuyen cualidades a la mujer en función de la raza, la etnicidad, la clase, el nivel educativo, la religión, el idioma, etc. Se trata de un perfil laboral en el que tienen más peso las características adscriptivas y los requisitos adicionales, inscritos en el cuerpo o la salud mental de la mujer inmigrante, que las competencias laborales. Estas competencias, como resultado de la devaluación social del cuidado y de su naturalización como una actividad femenina, no son reconocidas como tal por parte de las familias empleadoras. Al invisibilizárselas se les resta reconocimiento en la retribución económica, profundizando el escaso reconocimiento de dicho trabajo y la aportación social de aquellas personas que lo realizan.
A través de los requisitos de reclutamiento analizados, se refuerza la etiqueta ya asignada al trabajo doméstico y de cuidados como una ‘ocupación de inmigrantes’, dificultando la movilidad laboral de las mujeres inmigrantes, al tiempo que desincentiva a los trabajadores autóctonos para participar en ellas, salvo situaciones extremas como la crisis económica y, por ello, como solución transitoria y en las modalidades menos precarias.
Todo ello hace que el trabajo doméstico y de cuidados se perciba como una puerta de entrada, pero al mismo tiempo se convierte en un callejón sin salida que configura y estigmatiza el trabajo de cuidados en el ámbito doméstico familiar como una actividad cada vez más feminizada y extranjerizada. Se trata de un círculo vicioso que condena a la población femenina inmigrante a ocupar los puestos de trabajo que están en la base de la pirámide económica, tanto por las malas condiciones objetivas que ofrecen como por el daño al estatus social que suponen.
Conclusiones
Como conclusión, esta investigación comparativa ha permitido corroborar en ambos caso la consolidación de una tendencia a la reorganización de los cuidados como respuesta a la crisis, pero, aunque con sus matices, en ninguno de los casos se puede afirmar que se esté transitando con claridad hacia un modelo de reparto equitativo de estas tareas. Antes bien, se observa un modelo mixto de redistribución del cuidad en el que la familia sigue teniendo un papel protagonista y donde la externalización y, en especial, la mercantilización de los cuidados aparece como una estrategia en aumento.
En síntesis, se aprecia de una manera más explícita cómo continúan operando las formas más tradicionales de percepción del trabajo doméstico y de cuidado como una actividad laboral devaluada socialmente. Al mismo tiempo, se ha comprobado que la relación entre derechos y obligaciones no es de carácter estático; antes bien, las valoraciones y actitudes de empleadoras y cuidadoras inmigrantes se modifican a partir de la experiencia laboral adquirida en destino, la duración del proyecto migratorio, las posibilidades formativas y de capital social que pueden acceder, las redes sociales, entre otros factores.
Habrá que poner mayor atención en estos aspectos para fortalecer una cultura de derechos en la relación social de cuidado y avanzar hacia el desarrollo de una ciudadanía sustantiva en las cuidadoras inmigrantes, que redunde en una revalorización del cuidado.”