Fuente: Cooperativa
Hace 80 años atrás, el 6 de agosto de 1945, Estados Unidos lanzó una bomba atómica en contra de la ciudad japonesa de Hiroshima. Tres días después, el 9 de agosto, se realizó un ataque similar contra la ciudad japonesa de Nagasaki. Ambos lanzamientos atómicos se dieron en el contexto del frente del Asia Pacífico de la Segunda Guerra Mundial, pues en Europa esta guerra había terminado en mayo, con la rendición incondicional de las fuerzas alemanas que respaldaban a Adolf Hitler. Este trascendental hecho de la historia humana inaugura una nueva era: la era atómica. Por primera vez en la historia, el hombre tiene la capacidad de destruirse a sí mismo y a todo lo que existe alrededor, lo que incluye la humanidad, todo tipo de vida y el planeta mismo.
Cuatro años después, en agosto de 1949, la Unión Soviética adquirió su primera bomba atómica, dando inicio así a una carrera armamentista nuclear entre las dos superpotencias, que duraría toda la Guerra Fría. En base a la doctrina de disuasión, se amenazó con el uso de armas nucleares y de una eventual destrucción mutua asegurada, en inglés mutual assured destruction, que lleva las iniciales mad, que en español significa “locura”. Es conocido que en una guerra nuclear no puede haber ganadores, pues toda la humanidad está amenazada con la destrucción.
Esta nueva era nuclear ha determinado el desarrollo de las relaciones internacionales hasta la actualidad, puesto que los diferentes conflictos internacionales de la posguerra fría están relacionados, de una manera u otra, con el tema nuclear. En el caso de la guerra en Ucrania, el presidente Putin de Rusia ha amenazado en reiteradas ocasiones con el uso de este tipo de armas. En este contexto, en noviembre de 2024, Putin aprobó cambios en la doctrina nuclear rusa, estableciendo que un ataque por parte de un Estado sin armas nucleares, pero con apoyo de uno que sí cuenta con estas armas, sería considerado como un ataque conjunto contra Rusia. Este cambio en la doctrina nuclear rusa se produjo después de que el entonces presidente Biden autorizara a Ucrania el uso de misiles de largo alcance estadounidenses.
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