La Dignidad Humana y la Justicia Social son los principios guías de las y los profesionales
del trabajo social. A la vez, estos principios han marcado a los diversos movimientos
sociales e históricos de nuestro país que a lo largo de los años han renovado la discusión
sobre nuestra sociedad y sus desafíos.
Frente a la vulneración de estos principios y a la coyuntura política y social que vive
nuestro país, la Asociación Chilena para la Enseñanza del Trabajo Social Universitario,
(ACHETSU) rechaza rotundamente la violencia social y política que hoy vive la sociedad
chilena. El 18 y 19 de octubre de 2019 quedarán en la memoria colectiva de nuestras
comunidades y en la memoria histórica de nuestra profesión.
Nos enfrentamos como sociedad y profesionales a graves problemas sociales que nos
sentimos en el deber de exponer. En primer lugar, cerca de 200 mil niñas y niños del
Servicio Nacional de Menores (SENAME) esperan aún ser atendidos en instituciones de
protección para el reconocimiento de sus derechos. Por otra parte, familias de
campamentos, cerca de 802, aún no tienen derecho a la vivienda propia. En lugares como
Quintero/Puchuncaví la contaminación pone en peligro la vida de sus habitantes. Las
actuales condiciones de jubilación de nuestros ancianos, la falta de recursos en la salud
pública, las condiciones laborales paupérrimas de nuestras y nuestros jóvenes y las
escasas posibilidades para ellos, en términos de derechos sociales y laborales, son
elementos que se repiten a lo largo de todo el territorio. Más de 4 millones de chilenas y
chilenos se encuentran en DICOM con una morosidad promedio de 1.7 millones de pesos.
Las y los trabajadores sociales somos testigos de primera línea de esta situación diaria que
se evidencia en hospitales, municipios, colegios y otros organismos privados y públicos,
donde desempeñamos nuestra función. Pensamos que son estas situaciones las que llevan
a la población chilena más vulnerable a sentirse asfixiada y carente de esperanza por el
presente y el futuro próximo, desconfiada de la política social, descuidada en su
reconocimiento en diversos niveles.
En este contexto, los responsables de las políticas económicas del país han vulnerado el
proyecto estatal solidario que es la base de la cohesión social. La falta de lazos solidarios,
en definitiva la vivencia cotidiana del menosprecio, la impotencia, la deshonra y, por
tanto, la desposesión de los derechos sociales, es lo que vemos y con lo que trabajamos
todos los días las y los profesionales de la acción social a nivel ético y político,
sobrepasados muchas veces por los escasos recursos que tenemos para gestionar estas
demandas y problemas sociales crecientes.
Como ACHETSU hacemos un llamado a las y los trabajadores sociales como responsables
de construir lazos solidarios, defender derechos y contribuir a la dignidad de las personas.
Somos la profesión que históricamente ha estado en primera línea de las políticas
públicas, hemos sido la cara visible de la institución y del Estado. Hoy la ciudadanía nos
llama a ejercer los principios que dieron vida a la profesión.
Creemos que la violencia no es el camino para fortalecer la democracia pero es un símbolo
de la debilidad en la que ha caído dando cuenta de la frustración social, política, cultural y
económica de las personas que es necesario interpretar para generar acciones que
renueven y fortalezcan una república democrática.
Llamamos a las trabajadoras y los trabajadoras sociales a honrar la tradición de estar cerca
de las personas y sus comunidades, escuchar sus necesidades pero también sus
esperanzas y encaminar esta labor hacia la construcción de una sociedad digna, como
legado para las futuras generaciones.
Asociación Chilena para la Enseñanza del Trabajo Social Universitario
ACHETSU