El proyecto de la Biblioteca Comunitaria del Agua en Colbún, surge como un espacio de encuentro colectivo y aprendizaje en la región del Maule. A través de la recolección de testimonios y materiales etnográficos, el equipo busca comprender las relaciones entre las personas y el agua en la cuenca del río Maule, con la intención de generar un espacio físico y virtual abierto para la comunidad.
Un lugar donde leer el mundo colectivamente, esto es lo que se propusieron los/as gestores/as de la Biblioteca comunitaria del agua en Colbún, proyecto que nace desde Andes Residencia, iniciativa que se desarrolla en la comuna de la región del Maule desde el 2019 y propone residencias de arte fuertemente conectadas con el mundo rural de su territorio.
El vínculo de Juan Carlos Skewes, profesor del Departamento de Antropología, con Andes Residencia comenzó a propósito de su proyecto Fondecyt “Lecciones para habitar el futuro”, y continuó con el proyecto de Vinculación con el medio “Bajando de la veranada”. En esta instancia, estudiantes de 4to y 5to año de la carrera de Antropología se sumaron de forma voluntaria al proyecto para colaborar en la elaboración de materiales etnográficos para la Biblioteca del agua. Nayareth Astudillo, Pablo Cornejo, Felipe Sagardia, José Tomás Rocuant, Sebastián Núñez y Francisco Barasi realizaron tareas propias de la investigación, incorporándose a actividades locales, realizando entrevistas en profundidad para el acopio de testimonios de los habitantes de Colbún, además de realizar registros audiovisuales.
Para Felipe Sagardia, estudiante de 5to año de la carrera de Antropología, su principal motivación para participar del proyecto fue “un interés en conocer y comprender las relaciones que tienen las personas con el agua y sus entornos vivos en la cuenca del río Maule: sus formas, prácticas y medios en que se inscriben esos lazos, en un territorio diverso y de gran presencia extractivista”. Agrega que “también me motivó la invitación a trabajar y abordar el agua y sus relaciones desde la interdisciplina entre ciencias sociales, humanidades, artes y educación”.
Por su parte, Nayareth Astudillo, estudiante de 4to año de Antropología, plantea que una de las razones por las que se sintió convocada a participar de esta instancia es porque nació y creció en la zona, “por lo que siento un profundo afecto por ella y sus habitantes. Me atrajo especialmente que este proyecto surgiera desde la comunidad de Colbún, dando voz a sus integrantes y proporcionando un espacio físico para la biblioteca”.
El proyecto busca crear un espacio físico y virtual en la cooperativa de agua potable Rau de Colbún con el fin de ser un espacio abierto para el encuentro, el juego y el aprendizaje. En palabras de Felipe Sagardia, “la biblioteca comunitaria del agua de Colbún pretende abordar la cultura del agua en la cuenca del Maule, y más allá de esta, generando un espacio donde se reúnan diversos materiales artísticos, pedagógicos y académicos disponibles para la comunidad y para programas educativos en todos sus niveles”.
“En la biblioteca habrá una recopilación de relatos orales de personas de la zona y su relación con el agua”, señala Nayareth Astudillo. Y Felipe agrega que “la biblioteca del agua contendrá relatos y experiencias de vida de distintas personas y oficios en torno al agua; materiales pedagógicos e interactivos; y exposiciones artísticas que abordan la temática del agua en la región del Maule y más allá.
Este proyecto dejó importantes enseñanzas antropológicas en la y los estudiantes que participaron, en particular Nayareth Astudillo señala que ha sido una experiencia “sumamente valiosa, ya que me permitió conocer diversas formas de relación con el agua y escuchar las historias de las personas (…) El proceso de soltarme para realizar entrevistas o explorar nuevos territorios fue especialmente gratificante”.
“Los aprendizajes que dejó la experiencia de trabajar en Colbún junto al equipo fueron de un gran valor, tanto para la formación en el oficio antropológico, en el trabajo interdisciplinario, y enseñanzas muy enriquecedoras como aprendices de la vida en la cuenca del Maule sur”, nos cuenta Felipe Sagardía, y reflexiona planteando que “las relaciones entre personas y el agua se configuran en distintas escalas y deben ser comprendidas en tiempos que se escapan de lo observable. El agua, en las relaciones con las personas, debe ser comprendido más allá como una materia, sino más bien como un cuerpo vivo, en constante flujo, compuesto de distintos estados, y memorias”.
El 19 de abril fue inaugurada la Biblioteca del Agua en Colbún en la Cooperativa de Agua RAU donde participaron las personas y organizaciones que colaboraron en la materialización del proyecto, así como también interesados/as en conocerlo.