El Dr. Tiago Ribeiro, experto en Ciencia Reguladora y profesor de Sociología en la Universidad de Brasilia, se ha incorporado al Centro de Estudios de Ciencia, Tecnología y Sociedad (CECTS) como investigador visitante. Su proyecto, financiado por la Coordenação de Aperfeiçoamento de Pessoal de Nível Superior (CAPES), aborda la crisis político-epistémica y la interfaz entre ciencia y política climática durante el gobierno de Bolsonaro. Ribeiro investigará cómo el desmantelamiento de las políticas climáticas afectó la interacción entre científicos y funcionarios brasileños.
En el mes de agosto se integró como investigador visitante al Centro de Estudios de Ciencia, Tecnología y Sociedad (CECTS) el Dr. Tiago Ribeiro, profesor de Sociología de la Universidad de Brasília, quien postuló de manera exitosa su proyecto “Crisis político-epistémica y la interfaz ciencia/política climática en el gobierno Bolsonaro”, por lo que recibió fondos para su estadía en Chile de parte de la Coordenação de Aperfeiçoamento de Pessoal de Nível Superior (CAPES).
Ribeiro es sociólogo y doctor en Sociología, y desde sus inicios ha trabajado en el campo de los Estudios de Ciencia, Tecnología y Sociedad. Durante el pregrado y su maestría se enfocó en cuestiones teóricas y epistemológicas, puntualmente en una corriente teórica llamada Programa Fuerte en Sociología. “Al comenzar mi doctorado, decidí que quería hacer investigación empírica”, señala. Además, el profesor de la Universidad de Brasília explica que ha estudiado con investigadores de diferentes campos de la ciencia del cambio climático, “desarrollando puentes lingüísticos entre ellos, para poder colaborar interdisciplinariamente de manera efectiva”.
Fueron tres los temas principales que Tiago Ribeiro desarrolló en su investigación y que responden a la pregunta ¿cuál es la relación entre ciencia y sociedad?: cómo teorizar las relaciones entre el conocimiento científico y los factores sociales de manera productiva en las ciencias sociales; la interdisciplinariedad y cómo los científicos buscan superar los desafíos de colaborar con personas de otros campos de conocimientos; y la interfaz ciencia/política.
En el último caso puntualiza que parte de la idea de no poder “teorizar esta interfaz desde una visión simplista según la cual la ciencia se produce de manera autónoma en la academia, de manera neutral e imparcial, y posteriormente llega al mundo de la política donde se utiliza la mejor ciencia para informar la formulación de políticas públicas”. Y ejemplifica la complejidad de esta interfaz señalando que “con disputas que ocurren tanto en la comunidad científica para establecer cuál es la verdad sobre algún fenómeno, o incluso sobre si ciertos fenómenos existen, como en el campo de la política, donde hay una disputa sobre cuál es la mejor ciencia disponible para influir en los procesos de toma de decisiones”.
Desde el término de su doctorado en 2013, el profesor Ribeiro siguió realizando investigación vinculada a cuestiones ambientales con foco en la interfaz entre ciencia y política, particularmente en la ciencia regulatoria. Es decir, la ciencia que tiene impacto en la formulación de políticas públicas preguntando ¿cómo se decide qué científicos y qué ideas científicas deberían informar la formulación de políticas? ¿Cómo se construyen relaciones de (des)confianza entre científicos y formuladores de políticas? En concreto, se ha centrado en los temas vinculados al negacionismo y el antiambientalismo y cómo estos fenómenos interfieren en los procesos de toma de decisiones.
Estadía como investigador visitante al Centro de Estudios de Ciencia, Tecnología y Sociedad (CECTS)
“Es sabido que las altas esferas del gobierno de Bolsonaro tuvieron una actitud negacionista y antiambientalista frente al cambio climático”, señala el investigador visitante Tiago Ribeiro. Y agrega que, sin embargo, “poco se sabe sobre cómo este gobierno afectó a los niveles inferiores de la administración pública, generalmente ocupados por servidores públicos que trabajan para el Estado brasileño durante décadas”. A partir de dicho planteamiento es que decide estudiar el tema con el objetivo de “comprender cómo la interfaz entre ciencia y política en los niveles medio y bajo de la estructura estatal brasileña se vio afectada por un gobierno que tenía abiertamente una aversión a las cuestiones climáticas”.
En concreto, su objetivo es comprender hasta qué punto hubo resistencia institucional al “desmantelamiento” de las políticas climáticas y cómo se reconfiguraron las interacciones entre funcionarios y científicos sobre un tema que el gobierno quería eliminar del debate público.
El Centro de Estudios de Ciencia, Tecnología y Sociedad es el único centro de investigación en Chile enfocado en dicho campo de estudio, es por esto que el profesor brasileño llega a la Universidad Alberto Hurtado para desarrollar su investigación. “En este ambiente institucional, tengo la oportunidad de conectarme con varios investigadores especializados en mi área y discutir con ellos los resultados preliminares de mi investigación”, señala.
Finalmente, puntualiza que su estadía en la universidad “es una gran oportunidad para ampliar mis redes de colaboración en América Latina y establecer diálogo con investigadores de alto nivel que trabajan en el mismo campo que yo”.