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Este artículo analiza cómo las comunidades de la cordillera chilena negocian su presencia y reproducción con el Estado chileno. Analizamos la movilidad de personas y animales a través de una etnografía multisitio, realizada entre 2021 y 2022. En este contexto, las comunidades parecen independientes frente a la débil e inconstante presencia del Estado. Sin embargo, los procesos de cambio en torno a las economías extractivistas, la disminución de la ayuda estatal y las consecuencias del cambio climático complican las prácticas que se creían autónomas en la cordillera. El Estado parece favorecer ciertos grados de independencia a través de una gobernanza arrítmica. Tal arreglo permite una relación fluctuante e inestable que, a pesar del control del Estado, se traduce en formas emergentes de autonomía que, sin embargo, terminan siendo un tipo específico de precarización. En este sentido, las comunidades de montaña mantienen, complican y, en ocasiones, profundizan las relaciones de dependencia hacia un Estado que ignoran o eluden. Finalmente, los movimientos entrelazados de neoliberalización, estresores ambientales y gobernanza estatal precaria son elementos que profundizan la producción de un movimiento estatal arrítmico; que también redistribuye la agencia entre los actores en el terreno.
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Autor
Juan Carlos Skewes Vodanovic
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