Con la participación de la decana de Facultad de Ciencias Sociales, Paulette Landon, y de las académicas Amaranta Alfaro, de Periodismo, y Claudia Garrido, de Trabajo Social, el encuentro permitió obtener datos relevantes para caracterizar las condiciones de vida de las personas migrantes.
El 2 de julio, la Universidad Alberto Hurtado fue el escenario de la presentación de los resultados de integración social de las personas nacidas fuera de Chile, obtenidos a partir de la Encuesta Casen 2022, realizada por el Ministerio de Desarrollo Social y Familia.
El encuentro comenzó con las palabras de la decana de la Facultad de Ciencias Sociales, Paulette Landon, quien destacó la alianza entre el mundo público y académico, valorando el espacio para dialogar sobre los resultados y su contribución para fortalecer la democracia.
La presentación, a cargo de la subsecretaria de Evaluación Social, Paula Poblete, permitió conocer elementos relevantes sobre la implementación de la medición, como los actores institucionales involucrados, el periodo en que se llevó a cabo, la muestra y el método de recolección de datos. Sin embargo, el grueso de la exposición abordó información ligada a las condiciones de vida de la población migrante, tales como la incidencia de la pobreza y pobreza extrema en este grupo entre 2006 y 2022; el aumento de la población nacida fuera de Chile; su distribución según país de origen, sexo, nivel de escolaridad, participación laboral y situación contractual; prevalencia del déficit cuantitativo de viviendas; indicadores de asequibilidad, entre otros.
De acuerdo con la medición, al día de hoy, las personas nacidas en Venezuela representan casi la mitad de la población migrante residente en nuestro país, con un 49,2%. Este es un aumento considerable si se toma en cuenta que antes de la Encuesta Casen 2017 representaban un 5,2%, un número distante del 30% representado por personas de nacionalidad peruana, entonces el grupo más numeroso.
A nivel general, la población nacida fuera de Chile como proporción de la población total aumentó de manera sostenida, creciendo en 7,7 puntos porcentuales entre 2006 y 2022, alcanzando un 8,8% a nivel nacional en 2022, año en que Chile albergaba a más de 1,7 millones de personas nacidas fuera del país.
Luis Thayer, director del Servicio Nacional de Migraciones, valoró el instrumento de medición dada su contribución para priorizar los objetivos de la política migratoria. Además, abrió el diálogo en torno a las brechas que expone la encuesta y la receptividad de la sociedad respecto a la población migrante.
En esa línea, las académicas Amaranta Alfaro y Claudia Garrido, de los departamentos de Periodismo y Trabajo Social respectivamente, aportaron un análisis desde sus campos de estudio y reflexionaron sobre las implicancias de los datos expuestos.
Alfaro abordó la discusión desde la perspectiva de las comunicaciones, resaltando las percepciones de los grupos migrantes ante discursos de odio presentes en plataformas como las redes sociales y la vulnerabilidad ligada a la desinformación por evitación del uso de determinados espacios virtuales. “Se ha detectado que estos estereotipos de los migrantes en los medios, o en las redes sociales, los discursos de odio, etcétera, generan lo que en comunicaciones se llama ‘evitación mediática’, lo cual podría generar incluso un aumento de esa vulnerabilidad informativa”, agregó.
Por su parte, Garrido expuso una serie de elementos relevantes al analizar los resultados, como la informalidad laboral en la cohesión social, la desigualdad en el acceso a la vivienda, las condiciones de igualdad en dignidad y trato social, y los racismos institucionales que juegan un papel fundamental en la perpetuación de estas brechas. “Debiésemos en el debate público alcanzar un mínimo nivel de lo que consideramos intolerable en términos de desigualdad y de pobreza extrema. Además, plantear una pregunta sobre si pensamos en la igualdad de oportunidades, que es un enfoque más liberal, meritocracia, individualismo versus un modelo pensado desde la igualdad de posiciones donde, desde una perspectiva interseccional, cuestionamos las cuestiones de clase que son principalmente estructurales. Ahí tenemos un desafío también”, finalizó.
Sobre el encuentro, la decana de la Facultad de Ciencias Sociales, Paulette Landon, expresó: “Hay una dimensión humana de la migración de la que nos tenemos que hacer cargo todos y todas. Es importante también poder mostrar todos los beneficios que han traído a nuestro país las personas que vienen de otras partes de América Latina. Esta es una migración Sur-Sur y ya hemos tenido migración Norte-Sur y rural-urbana. Entonces, el desafío mayor es para las ciudades, considerando que cerca del 70% de quienes migran se concentran hoy en día en la Región Metropolitana y en otras metrópolis más pequeñas de nuestro país; hay un desafío en cómo pensar la integración de las personas que migran a la ciudad e identificar dónde se estarían concentrando y de qué manera podemos mejorar los accesos a todos los bienes y servicios que ofrece la ciudad”.