Fuente: La Palabra Israelita
En junio de 2024 el Tribunal Supremo de Israel resolvió por unanimidad de sus nueve jueces colocar término a la exención militar que tenían los jóvenes ultraortodoxos. La implementación de esta medida implicaría el reclutamiento inmediato de unos 3.000 hombres en las Fuerzas de Defensa Israelíes, en tanto que otros 67.000 podrían ser elegibles para integrarse a estas fuerzas próximamente. Esta medida termina con una política existente desde la formación del Estado de Israel, en donde los judíos ultraortodoxos estaban exentos de realizar el servicio militar. En junio de 1947, esto es un año antes de la creación del nuevo Estado, David Ben Gurión, quien luego sería primer ministro israelí, con el objetivo de contar con la colaboración de los sectores religiosos ultraortodoxos, escribió una carta al entonces movimiento político religioso Agudat Israel.
En la carta a la agrupación ultraortodoxa, conocida co-mo un acuerdo de status quo, el futuro primer ministro se comprometía con cuatro medidas, una vez fundado el Estado de Israel: el respeto del Shabat como día de descanso, la mantención de la comida kosher en todas las instituciones oficiales israelíes, la existencia de cortes rabínicas rigiendo los temas relacionados con el matrimonio, la mantención de escuelas religiosas o yeshivot con autonomía de los grupos religiosos. Como parte de estas medidas, estaba también el compromiso de Ben Gurión de eximir del servicio militar a los jóvenes ultraortodoxos.
Con el paso de las décadas, los sectores ultraortodoxos se han consolidado en la sociedad y en la política israelíes, lo que explica en gran medida que se haya mantenido el compromiso del estatus quo de 1947. Además, dada la fragmentación política existente, los diferentes gobiernos han debido formar coalición con los diversos partidos religiosos, sea con los ultraortodoxos y/ o con los sionistas religiosos.
Ahora, con la medida adoptada por el Tribunal Supremo en junio de 2024, los dos principales partidos ultraortodoxos que tienen presencia en el gobierno liderado por el primer ministro Netanhayu han manifestado su fuerte rechazo a terminar con el acuerdo del status quo. Por una parte, el partido Shas, que representa a los judíos sefarditas y, por otra parte, el Judaísmo Unido de la Torá, una coalición de partidos askenazíes, heredero en parte de Agudat Israel, han amenazado con abandonar la coalición de gobierno en el caso que entre en vigor esta ley.
Para el mundo ultra-ortodoxo lo central es el estudio de la Torá, por lo que su formación educativa y religiosa pasa principalmente por las yeshivot o escuelas talmúdicas, las que constituyen un sistema de educación religiosa. En consecuencia, este universo señala que existe una completa oposición entre estudiar la Torá y servir en el ejército.
En contraste, aquellos que critican la exención militar de estos sectores señalan que esta medida se opone a un principio de igualdad que debe regir para todos/as, algo que hoy parece más importante que nunca en el contexto de la Guerra en Gaza.