En dictadura hubo discursos, afiches, mensajes, informes y detrás de todo ello, un hombre: Álvaro Puga. “Fue el único civil que estuvo en el comienzo y fue una figura muy influyente entre los militares, que se propuso dar un relato épico y fundacional a la dictadura”, señaló el periodista Juan Cristóbal Peña, a quien el mismo Puga cedió, en su domicilio, los archivos que salen a la luz a 50 años del quiebre institucional y que están disponibles en este sitio web.
“Son prácticamente los únicos archivos de inteligencia que se conocen y que dan cuenta de operaciones psicológicas y montajes” efectuados por el régimen, señaló el investigador.
Álvaro Puga fue el encargado de la Oficina de Asuntos Públicos, pero su cercanía con actores clave le permitió ir más allá: se convirtió en asesor en las sombras de la inteligencia de la dictadura y del propio Augusto Pinochet.
La presentación del proyecto se llevó a cabo en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, y los documentos donados a la misma institución.
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