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Dr. Alexis Cortés, académico del Departamento de Sociología de la Universidad Alberto Hurtado se adjudica FONDECYT Iniciación nº 11140336: SUR y la construcción del anti-movimiento de pobladores: ciencias sociales, performatividad y movimientos sociales en Chile 1985-1995

Desde el Departamento de Sociología de la Universidad Alberto Hurtado nos complace anunciar que el Dr. Alexis Cortés se adjudicó el FONDECYT Iniciación nº 11140336, el que lleva por nombre “SUR y la construcción del anti-movimiento de pobladores: ciencias sociales, performatividad y movimientos sociales en Chile 1985-1995″.  Este proyecto se realizará durante los años 2014 y 2016. […]

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Desde el Departamento de Sociología de la Universidad Alberto Hurtado nos complace anunciar que el Dr. Alexis Cortés se adjudicó el FONDECYT Iniciación nº 11140336, el que lleva por nombre “SUR y la construcción del anti-movimiento de pobladores: ciencias sociales, performatividad y movimientos sociales en Chile 1985-1995″.  Este proyecto se realizará durante los años 2014 y 2016.

Presentamos a continuación el resumen de este nuevo proyecto.

 

FONDECYT Iniciación nº 11140336

Nombre del Proyecto: SUR y la construcción del anti-movimiento de pobladores: ciencias sociales, performatividad y movimientos sociales en Chile 1985-1995

Resumen:

“El Movimiento de Pobladores chilenos ha alimentado, a lo largo de su trayectoria, una rica imaginación sociológica en Latinoamérica y Chile. Prácticamente, desde finales de los 50, no hubo teoría que buscase comprender la cuestión latinoamericana que no incorporase el fenómeno de las barriadas y sus efectos sociales/políticos. Aunque inicialmente las preocupaciones de las ciencias sociales se concentraron en las consecuencias negativas que la (anti)urbanización popular traería para la modernización y el desarrollo de nuestras sociedades, el paso siguiente fue la valoración del papel disruptivo de su acción en la esfera política, destacando sus potencialidades para la consecución de cambios de carácter reformista o revolucionario, especialmente durante el período de la Unidad Popular (1970-73). Sin embargo el Golpe de Estado de 1973 significó un declive casi total de ese movimiento. No obstante, la observación de una serie de organizaciones económicas de sobrevivencia en las poblaciones, así como el inesperado protagonismo que éstas y sus habitantes adquirieron durante las Jornadas de Protesta de comienzos de la década del 80 contra la Dictadura Militar, pusieron nuevamente en el primer plano político y académico a los pobladores.

¿Cuál sería el papel que le cabría a los pobladores en el derrocamiento de la dictadura y en la transición a la democracia? Esa parecía ser una de las principales preguntas que se realizaba parte de la oposición, pero sobre todo el mundo académico dedicado al estudio de los movimientos sociales. De entre estos últimos, destacó un equipo de investigadores alojados en la ONG “SUR: Centro de Estudios Sociales y Educación”, institución que hizo de los pobladores uno de sus principales objetos de estudio. Aplicando las contribuciones teóricas de Alain Touraine para el estudio de los (Nuevos) Movimientos Sociales, así como su metodología (Intervención Sociológica), entre 1985 y 1986 realizaron una investigación financiada por el Ministerio francés de Asuntos Extranjero, en la que llegaron a la conclusión de que el Movimiento de Pobladores no correspondía a un Movimiento Social, sino más bien al tipo ideal de un Anti-Movimiento Social de carácter fragmentario y discontinuo y que, por tanto, no jugaría un papel significativo en la construcción de la nueva democracia. ¿Qué efectos tuvo esta definición sobre el Movimiento de Pobladores mismo y en qué medida las conclusiones de este estudio establecieron marcos de acción posibles y coordenadas de comprensión de lo social en la gestación del proceso de transición democrática?

Recientemente, Gabriel Salazar ha revivido la polémica que lo enfrentó al interior de SUR con estos investigadores mediante el concepto de “Touraine boys”, en el marco de una propuesta general de comprensión de los movimientos sociales en Chile, en donde le atribuye a este grupo un papel análogo al de los Chicago Boys, específicamente en la legitimación de la transición pactada que excluyó a actores sociales como los pobladores. Aunque el concepto de “Touraine boys” debe ser ponderado y testeado, grafica con claridad la idea de que existe una cierta interrelación entre lo político y la producción de conocimiento académico.

Precisamente, el objetivo de esta investigación es, a partir de un estudio en profundidad de este caso, explorar cómo las ciencias sociales son capaces de co-producir su objeto de estudio y cómo forman parte de las disputas que describen. ¿Qué consecuencias políticas y sociales produjo la comprensión del movimiento de pobladores como un anti-movimiento social? Mediante la aplicación de algunas de las nociones desarrolladas por la teoría de la performatividad de las ciencias sociales en el campo de la sociología del conocimiento – que parte del precepto de que las ciencias sociales no sólo describen la realidad, sino que también la modulan – se pretende realizar una genealogía de la construcción de esta concepción de los pobladores, reconstruyendo la trayectoria de estos investigadores y realizando un ejercicio retrospectivo de análisis de las condiciones sociales y académicas en las que fue realizada la investigación que sustentó la idea del anti-movimiento, así como su consolidación como hecho científico y como hecho social. Con ello, se pretende realizar una contribución significativa a la auto-comprensión del rol político de las ciencias sociales en Chile, así como al estudio de uno de los movimientos más importante para la historia de las movilizaciones sociales chilenas, a saber, el movimiento de pobladores.

Por estos días, en que las premisas de la transición comienzan a ser revisadas por la sociedad y donde ésta ha encontrado nuevos canales de expresión y contestación, el análisis de las consecuencias sociales de esta controversia académica puede dar luces para repensar a las propias ciencias sociales y su rol en la acción colectiva en Chile.”

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