Fuente: Cooperativa
El lunes 12 de mayo de 2025, el presidente Donald Trump inició una gira por tres países del Golfo Pérsico: Arabia Saudita, Qatar y Emiratos Árabes Unidos. En su visita a Riad, el gobernante estadounidense alcanzó un convenio histórico que significó un compromiso de inversión por parte del país árabe en EE.UU., así como un acuerdo de provisión de armas y tecnología militar que incluye el fortalecimiento y modernización de las capacidades aéreas, de los sistemas de defensa antimisiles, de sus fuerzas terrestres, todo lo cual proyecta a Arabia Saudita como una importante potencia militar regional.
Las siguientes paradas de su gira son Qatar y los Emiratos Árabes Unidos, donde el presidente estadounidense abordará temas de cooperación militar y económica. Previo a la visita, Doha ofreció donar a Trump un avión de lujo, algo que sería aceptado por el presidente. Qatar ha tenido una importancia central como mediador de varios conflictos. Por su parte, su estadía en Emiratos Árabes Unidos adquiere notoriedad porque este es el único de los tres países visitados que aceptaron los Acuerdos de Abraham, esto es países árabes que han normalizado sus relaciones con Israel.
Esta gira se da en el contexto de varios factores que muestran la consolidación de la presencia estadounidense en el Medio Oriente. En primer lugar, están las conversaciones entre Washington e Irán por el programa nuclear iraní, las que se han realizado con la mediación de Omán. Teherán busca mantener el enriquecimiento de uranio, lo que le permitiría tener armas nucleares, mientras que Washington pide garantías concretas para que el país persa evite la obtención de este tipo de armas.
En segundo término, a principios de mayo Estados Unidos alcanzó un acuerdo de alto al fuego con los hutíes de Yemen, también negociado por Omán, en el cual el movimiento rebelde acordó cesar sus ataques en contra de barcos estadounidense en el Mar Rojo a cambio de una detención de los ataques estadounidenses en contra de Yemen.
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