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El empresariado local goza de un capital económico, influencia política y prestigio social impensados en Chile tres décadas atrás. A comienzos del régimen de Pinochet (1973-1990), los empresarios eran un sector desarticulado, debilitado por el embate del Estado y de los actores sindicales, y traumatizado por las expropiaciones y el alzamiento de la Unidad Popular de Allende (1970 – 1973). Tras la revolución neoliberal del régimen militar, los empresarios se consolidaron como un grupo cohesionado, organizado tras poderosas asociaciones gremiales, y con un proyecto ideológico común. Su actual riqueza y visibilidad responden no sólo a la bonanza económica de las últimas décadas, sino también a la forma que tomó el capitalismo chileno, en que empresas y empresarios gozan de un lugar protagónico. La reafirmación del modelo neoliberal durante los gobiernos de la Concertación (1990-2010) facilitó el florecimiento de este sector, reafirmando su posición dominante. La elección del empresario Sebastián Piñera como Presidente de la República en 2010 verificó esta tendencia. Este artículo revisa las transformaciones experimentadas por el empresariado chileno en los últimos treinta años, destacando algunos hitos en la expansión del capitalismo chileno. Tomando como marco analítico las cuatro fuentes de poder social que distingue Michael Mann (1986), revisa rasgos del poder económico, político, coercitivo y simbólico que sustentan la posición privilegiada del empresariado en Chile.
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Autor
Tomás Undurraga
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