Sr.Director
Este domingo se llevarán a cabo elecciones municipales en Chile. Al menos dos incertidumbres se enfrentan ante ellas, estas son, cuántos electores acudirán ese día a votar, y cómo afectará el error en el padrón electoral los resultados. La primera es una incertidumbre que ya existía, pero la segunda se pudo haber evitado y, tanto el hecho como su manejo, ha dejado en evidencia una vez más las debilidades institucionales en la gestión gubernamental. Específicamente, las desastrosas consecuencias de no contar con un Centro de Gobierno efectivo.
Si la tarea de un Centro de Gobierno es generar la estrategia, conducirla y comunicarla, esta crisis deja en evidencia fallos en cada uno de estos ámbitos.
Estos días se han visto una serie de acciones descoordinadas y unilaterales, que no responden a una conducción centralizada de una crisis de esta magnitud. Más grave aún es que no se logra identificar el objetivo de estas acciones, los cuales pudieron ser, por ejemplo, asegurar el voto de las personas afectadas, minimizar el impacto comunicacional o demostrar capacidad de manejo por parte del gobierno. Todas aquellas alternativas son posibles, pero dada la incoherencia de lo realizado, no es claro qué se buscaba. Entonces, es evidente la ausencia de una estrategia clara.
En cuanto a la conducción, estas situaciones requieren un liderazgo responsable políticamente, que entregue directrices para la conducción de la estrategia, coordinación de los distintos actores, y la toma de decisiones. Todo lo contrario a lo que hemos visto, ya que se han esquivado responsabilidades o han sido atribuidas a otros actores, se ha minimizado la gravedad de los hechos, la toma de decisiones ha sido tardía y con salidas simbólicas más que sustantivas.
Una adecuada conducción implicaría además gestionar la relación entre el Ejecutivo y el Congreso, en pos de establecer las confianzas y lograr un apoyo transversal para una solución. No haber logrado esto, y haber presentado el proyecto de la llamada Ley Corta, es un error inadmisible.
Por último, en cuanto al manejo comunicacional, se observa la ausencia de un discurso único que plantee un relato de lo sucedido, sus responsables, las consecuencias y las soluciones, cerrando de esta forma un ciclo, que hace patente la carencia de un Centro de Gobierno efectivo, y que hoy agudizan las interrogantes que abren las votaciones de este domingo.
Fabiola Berríos
Cecilia Osorio
Departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales
Universidad Alberto Hurtado
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