El estudio, dado a conocer por el Ministerio de Planificación, también arrojó que existe un porcentaje “relevante” de personas que viven en situación de calle, pero que tiene un trabajo. La mayoría se trata de trabajos informales, como vendedor ambulante o cuidador de automóviles, pero hay otros que tienen trabajos formales, como el de guardia.
El catastro, cuyo objetivo principal es conocer dónde están las personas en situación de calle, en qué condiciones viven y cuáles son sus problemas, contó con más de 9 mil voluntarios quienes entre el 16 y el 21 de agosto recorrieron 220 comunas en todo el país, aplicando la encuesta.
Los resultados obtenidos permitirán perfeccionar el diseño de las políticas y programas del Estado destinados a mejorar las condiciones de vida de estas personas. Además busca revertir factores personales y estructurales que configuran la situación de calle, tales como mejorar las condiciones de vida, alcanzar un umbral básico de bienestar, mitigar daños psicosociales, y motivar cambios en el mercado laboral y de la vivienda, entre otros.
Si bien la cifra de adultos en situación de calle es menor a la del año pasado -que llegó a 15 mil- aún falta por identificar a niños, niñas y adolescentes en esta misma situación, trabajo que será realizado durante esta semana por el Servicio Nacional del Menores.